La primera vez
me dieron diez latigazos
pero no dije tu nombre.
La segunda,
me obligaron a caminar sobre cristales,
mas no te traicioné.
Hubo más veces
que ya no recuerdo
pues perdí la memoria.
Pasó el tiempo,
y el periódico trajo la noticia
de que habías caído en una emboscada.
¿Qué vas a hacer ahora que él ha muerto?, me preguntaron.
Contendré la respiración
hasta que los oradores tartamudeen
y mi pensamiento detenga la lluvia.
Ahuyaré hasta que se astille el cielo,
hasta que el mar se solidifique
y los pájaros confundan los vientos.
Lloraré hasta que se me caigan las uñas,
las plazas se vacíen.
y se postren de rodillas las estatuas.
me dieron diez latigazos
pero no dije tu nombre.
La segunda,
me obligaron a caminar sobre cristales,
mas no te traicioné.
Hubo más veces
que ya no recuerdo
pues perdí la memoria.
Pasó el tiempo,
y el periódico trajo la noticia
de que habías caído en una emboscada.
¿Qué vas a hacer ahora que él ha muerto?, me preguntaron.
Contendré la respiración
hasta que los oradores tartamudeen
y mi pensamiento detenga la lluvia.
Ahuyaré hasta que se astille el cielo,
hasta que el mar se solidifique
y los pájaros confundan los vientos.
Lloraré hasta que se me caigan las uñas,
las plazas se vacíen.
y se postren de rodillas las estatuas.
3 comentarios:
contra la pared sólo se escriben plagarias, ¿verdad?
plegarias..., creo que plagarias también
Adolorida, la voz se funde con las lágrimas y la pérdida...Uff!
OA
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