miércoles, 27 de febrero de 2008

ABISMOS INFRANQUEABLES


Me he despertado en la isla,
como siempre había soñado:
sin memoria, sin palabras.

Atrás quedan la ceniza y el odio.
Lejos, la mentira y el dolor.

No oigo las sirenas de las fábricas,
ni el fragor del tráfico,
ni pisadas a mi espalda.

No siento ninguna obligación,
ningún remordimiento,
ninguna opresión en el pecho,
ningún aliento detrás de mi nuca,

No llego tarde a ninguna cita,
no puedo quebrantar ninguna norma,
no debo contestar a ninguna pregunta,
nadie viene a perturbarme.

Aquí soy feliz
a pesar de tu ausencia.
Aquí no existe la belleza,
sólo la calma.

martes, 26 de febrero de 2008

NÓMADAS


A veces sueño que no me he ido, que sigo atado mansamente al pesebre de los bienpensantes. Los días corren y nada parece alterarse a mil kilómetros a la redonda. Pienso que mi vida no es ésta, que nada de lo que me rodea me es propio, que no tengo iniciativa sobre lo que va determinando la arquitectura de cada día, de cada idea. Las claves se retuercen y todo parece confluir en un viejo álbum de inútiles sellos que sólo testifican un pasado más o menos congruente, una desidia latente que me guía hacia la nada como un faro ciego. Un cuerpo en transición que me culpa de los errores que se fueron cimentando durante los días en los que pastoreaba pacientemente la soledad. Sin embargo, siento las arenas cribando mis pies, el calor sobre mi espalda y el hambre vaga de horizonte secándome la retina. Rodeo mi sombra como un perro antes de dormirme hoyando el polvo, buscando el lecho que decante la vigilia que me enloquece como el viento que no descansa y devuelve a los marineros a su infeliz niñez, como el agua que me falta en mi huida precipitada, como el incienso que se quema en honor de los héroes que consiguen volver. Lejos, en el horizonte de la charca, hay pájaros y árboles que marcan el linde de la granja; más allá, la nada de los que no regresaron, de los que desertaron.

jueves, 21 de febrero de 2008

QUEMAR LAS NAVES


La primera vez
me dieron diez latigazos
pero no dije tu nombre.
La segunda,
me obligaron a caminar sobre cristales,
mas no te traicioné.
Hubo más veces
que ya no recuerdo
pues perdí la memoria.

Pasó el tiempo,
y el periódico trajo la noticia
de que habías caído en una emboscada.

¿Qué vas a hacer ahora que él ha muerto?, me preguntaron.
Contendré la respiración
hasta que los oradores tartamudeen
y mi pensamiento detenga la lluvia.
Ahuyaré hasta que se astille el cielo,
hasta que el mar se solidifique
y los pájaros confundan los vientos.
Lloraré hasta que se me caigan las uñas,
las plazas se vacíen.
y se postren de rodillas las estatuas.

martes, 19 de febrero de 2008

HOSPITAL DE SANGRE


La nieve cae como pólvora en el fuego.

Te introduzco pan en los bolsillos,

ya que el viaje será largo


Un reguero de semen

me lleva hasta un rictus indescifrable.

Sueño con labios que sangran,

con puños que se cierran

y venas que se parten.



Más allá de las vías de tren

un muchacho abrillanta una pistola,

una madre prepara una coartada.

Ellos lloran por la última injusticia,

tú y yo por lo que nunca podremos perdonarnos.


Otra victoria sin gloria.

Tú insistes en no rendirte,

yo me declaro culpable.

Ya sólo quiero olvidar.


Nada de lo que haga, nada de lo que diga

podrá reparar nada, podrá aliviar nada.

lunes, 11 de febrero de 2008

MERCADO DE VALORES


La luna muere en tus ojos
Y mi cuerpo se abre como tierra
En el arado.
Húmeda y fresca mi carne
Espera tu semilla improbable y marchita

Lloras
Escondiendo la cabeza
Entre las plumas de los ángeles

Maldices
El barbecho de mi fértil vereda
Que no colmará tu sangre de viejo

Huyes
Lecho arriba de mi fuego
Con la desesperanza viscosa de la serpiente

Y en tu derrota, el consuelo de tus manos
Cosechando mi sexo

miércoles, 6 de febrero de 2008

(E)LECCIONES PRIMARIAS


El brujo de la tribu agita un plumero ante una mujer
idéntica a mí en todo
que no consigue cerrar los ojos desde hace días.
Me acerco al acantilado
y desde su borde, membranoso y lábil,
lanzo una pedrada irreverente al Universo.
Cuando cae la noche regreso a la cabaña.

Nos llamas para que acudamos a recibirte
y se pone en marcha la caravana de esclavas.
Un avión en llamas aterriza en la pista
y vemos como te acercas con tu traje ignífugo,
cargado de bultos como un dromedario,
Es entonces cuando una hélice empieza a girar en mi cabeza.
Me encierras en tu camerino,
y das inicio a las prácticas amatorias
del donante de esperma.

En mi otra vida, empiezo una tesis
sobre la dipsomanía y el cinismo.
Al verte aparecer con tu porfiria a cuestas
sufro un espasmo
y, arrodillada, te confieso mi adicción a las turbulencias.
Luego, me visto de camuflaje
mientras trato de convencerte de que soy inofensiva.

Hablas mucho pero sigues sin decir nada,
Es por eso que te propongo un acertijo
sobre las trampas para elefantes en la aldea global
y el destino colectivo de los ilotas.
Ha llegado tu turno.
Sshhhhh. No hables ahora ni calles para siempre.
‘Pulvis es et in pulverem reverteris’.
Profiero una maldición
y me sumerjo en la desafinada luz de la mañana
con mis peores galas nocturnas.
Tenías razón, no voy a matarme.
Pero ya me he concedido demasiadas prórrogas.

No habrá más perdón para nadie.

SALDOS Y PROMESAS


Los días se ablandan como pescado podrido
Mientras Billie Holiday maúlla su celo desesperada
En la caja número tres

Divorciados y aves de corral se amontonan degollados
En la sección de oportunidades esperando
Dar salida a su cuerpo desangrado

Viejas glorias de los setenta citan al carnicero
Estremecidas de ver en sus manos la fuerza
Que nunca sintieron en sus carnes

Cocaína estrábica de toreros que
Pelean su puesto en el encierro
De carros y pasillos

Lobos y halcones,
Rapaces de la nada
Que florecen en el epílogo de la jornada
Como profetas de balcón en Cuaresma.