Me dirijo a vosotros,
Los bendecidos,
Los que luchais por ser puros.
Los que quereis convertir en realidad vuestros sueños.
No olvideis cumplir vuestras promesas,
abrazar a los humildes,
amordazar el dolor,
No renunciar a nada.
Mientras tanto,
Gritad que hay que amar hasta los mismos límites del odio,
que hay que transformar la furia en algo planificado,
Y caminar con la frente alta.
Pero es imposible levantar los hombros,
cuando se está con el agua al cuello.
Los bendecidos,
Los que luchais por ser puros.
Los que quereis convertir en realidad vuestros sueños.
No olvideis cumplir vuestras promesas,
abrazar a los humildes,
amordazar el dolor,
No renunciar a nada.
Mientras tanto,
Gritad que hay que amar hasta los mismos límites del odio,
que hay que transformar la furia en algo planificado,
Y caminar con la frente alta.
Pero es imposible levantar los hombros,
cuando se está con el agua al cuello.
1 comentario:
Tus palabras son un bálsamo para mi dolor, gracias.
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