Las nubes dicen que seré feliz.
Que tu risa llegó justo a tiempo
de conjurar la desgracia.
Que tu pecho oculta
un enorme corazón palpitante.
Que tus ojos son como dos mariposas
que abren y cierran sus alas.
Y tus manos, tiernas hogazas,
poseen la sabiduría de antiguos ríos.
Llega el viento y huyen las nubes,
que se alejan diciendo
que tu boca es una bandera
que proclama la paz
Las nubes pasan
y me devuelven tu sonrisa.
Te miro y tu rostro es el de
un dios antiguo
que acoge y que perdona.
Que tu risa llegó justo a tiempo
de conjurar la desgracia.
Que tu pecho oculta
un enorme corazón palpitante.
Que tus ojos son como dos mariposas
que abren y cierran sus alas.
Y tus manos, tiernas hogazas,
poseen la sabiduría de antiguos ríos.
Llega el viento y huyen las nubes,
que se alejan diciendo
que tu boca es una bandera
que proclama la paz
Las nubes pasan
y me devuelven tu sonrisa.
Te miro y tu rostro es el de
un dios antiguo
que acoge y que perdona.
1 comentario:
me encantó tu poema, saludos
Agnieszka M.R.F.
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