Tengo que limpiar mi conciencia y ordenar el piso, o al revés, no lo sé. Olvido las cosas, aunque más bien las almaceno desordenadas en mi cabeza, como quien tira una llave en un baúl y después cuando busco un nombre o una cara encuentro unos calzoncillos. En fin, un lío. Voy a meter la sentencia de divorcio debajo de la almohada para volver a soñar con el olor de su piel, que no era gran cosa, pero estaba ahí.
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2 comentarios:
buena foto
una puntualizacion, te recomiendo que no entres a blog para hacer publicidad del tuyo porque 1: jode mucho y 2: es una falta de respeto.
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