lunes, 30 de junio de 2008

SACRIFICIO


Me gusta el silencio
y todavía más el aullido de los lobos.
Pues había un lobo blanco que venía a esperarme
todos los inviernos
y dejaba sus pisadas en la nieve.

Yo lo seguía obediente,
porque él lo era todo para mí,
hasta que un día dejó de nevar
y perdí su rastro.

Ahora imagino los paisajes blancos
que nunca llegaré a contemplar,
hollados por manadas de lobos hambrientos.

Mientras, me pudro despacio…
en esta habitación sin ventanas.

12 comentarios:

Camille Stein dijo...

lobos enjaulados en celdas de ciudades...

intuiciones de lo que fuimos y de lo que quizá un día seremos

... al fin con ventanas

Carlota dijo...

Me encantaría haberlo escrito yo :). Un abrazo, gracias por tu visita.

Lena yau dijo...

Lo que se perdió...

Me gustó.

Me dejó un sabor extraño.

Un abrazo

Lauri García Dueñas dijo...

a mi también me hubiera gustado escribirlo yo. ¿Quién eres aire comprimido? ¿Una cita textual?

Waiting for Godot dijo...

Suena triste pero muy bonito, cargado de fuerza. Besos.

Marcelo dijo...

Estoy seguro que él puede encontrarte!

- dijo...

también me gustan los aullidos

Ophir Alviárez dijo...

Me gusta el silencio pero me pudro despacio...

La voz se busca, se interna, se devela y extraña. Cosa seria lidiar los deseos.

OA

Conciencia Personal dijo...

El silencio es una palabra que el lenguaje no puede con él...


un abrazo

Conciencia Personal dijo...

Un abrazo silencioso, monique.h

GEORGIA dijo...

A mi también me gusta el silencio y los lobos que desaparecen con el calor

saludos

Ophir Alviárez dijo...

un ¿saludo?

Es 2009,

OA